Un encuentro de Dos Almas.

Relato de una noche mágica y especial. 

Hoy, mientras escribo estas líneas pensando en ti, quiero que sepas lo que esa noche significó para mí. Quizá leas esto dentro de mil años, o lo descubras en una película que algún día escribiré, inspirada en nuestra propia versión mexicana de La La Land. Esta película me fascina, ya que nos recuerda los sueños y el anhelo por un pasado que brilla con intensidad, en contraste con la dura realidad que enfrentan los personajes. El amor puede ser efímero, ya sea de un día, un año o incluso toda una vida. Algunos creen en el amor eterno, pero yo prefiero valorar el aquí y ahora con quienes están presentes. El futuro es incierto, pero el momento que compartimos es real y significativo.

Este relato de amor está lleno de magia, de esos pequeños momentos que para otros podrían pasar desapercibidos, pero que para mí significaron tanto, llenando mi corazón de felicidad. Todo comenzó con un simple mensaje entre dos personas que, a través de una aplicación en línea, iniciaron una amistad a distancia. Lo que empezó como una conexión casual se transformó cuando decidí viajar al sur, donde sabía que también estarías. El universo alineó nuestras vidas, permitiéndonos encontrarnos en persona por primera vez, dejando atrás lo virtual y dando paso a algo mucho más real.

Ese encuentro no fue solo una coincidencia; fue el inicio de algo nuevo, un reinicio en mi vida. Superaste mis expectativas con tu delicadeza y el esfuerzo de recorrer kilómetros para encontrarnos, al igual que yo había hecho para verte. Al principio, no comprendí completamente lo que implicaba, pero pronto entendí que el tiempo que compartimos fue invaluable para ambos. Nos dimos la oportunidad de conocernos, y con la belleza de un nuevo comienzo, todo se vuelve posible. Lo imposible se disuelve cuando dos personas están alineadas en el deseo sincero de que las cosas funcionen.

El camino hacia el puerto estuvo lleno de conversaciones que fluyeron con una naturalidad sorprendente. Al llegar a nuestro destino, disfrutamos de una deliciosa cena y luego caminamos por la playa bajo un cielo estrellado, con la luna como nuestro testigo silencioso. Mientras las olas acariciaban la orilla, me sentí como un rey caminando junto a su reina. Esa sensación, casi como un cuento de hadas, se hizo aún más real cuando te ofrecí mi mano para bailar. Con una sonrisa, aceptaste, y bajo las miradas curiosas de quienes hacían ejercicio a la orilla de la playa, nos dejamos llevar por el ritmo de la salsa. En ese momento, mi corazón latía al compás de la música, y por primera vez dejé de soñar para vivir plenamente el presente.

Me preguntaste si todo había sido una prueba. Sonreí, porque nunca lo fue. Más bien, fue una confirmación de que compartimos la misma pasión por vivir el presente, por disfrutar el aquí y el ahora, sin preocuparnos por el mañana. Esa noche, el tiempo dejó de existir para mí, y lo que comenzó con un simple mensaje se transformó en la realización de un sueño que no esperaba. Ahora, mi corazón está lleno de ilusión y esperanza. No puedo predecir lo que el futuro nos deparará, pero sé que quiero vivir un día a la vez, disfrutando de cada momento, consciente de que compartimos algo especial, algo mucho más profundo que el simple presente.

Rompí todos los protocolos de las primeras citas, pero no pude evitar decirte que caminar contigo por la orilla del mar, llevándote del brazo, fue un privilegio. La luna es testigo de que estuve a punto de robarte un beso mientras avanzábamos, sin preocuparnos por el regreso. Aunque la timidez trataba de frenarme, no pude evitar confesarte cuánto me encantas.

Ya al finalizar la noche, mientras íbamos de regreso, comenzó a sonar "Kumbala" en tu estéreo, y sentí que era una confirmación, una señal de la pasión que habíamos vivido. La noche terminó de manera perfecta, y no puedo negar que mi alma se sintió más viva que nunca.

Luz
Roja es la luz
Luz de neón
Que anuncia el lugar
Baile kumbala bar
Y adentro la noche es
Música y pasión
Sol
No entiendes lo que pasa aquí
Esto es la noche
Y de la noche son
Las cosas del amor
El corazón a media luz
Siempre se entregará
Mar
Todo el ambiente huele a mar
Mucho calor
Sudores en la piel
Sudor sabor a sal
Y en la pista una pareja
Se vuelve a enamorar
Sol
No entiendes lo que pasa aquí
Esto es la noche
Y de la noche son
Las cosas del amor
Oye
Una risa, una caricia
Y en la pista una pareja
Se vuelve a enamorar
Un sabroso y buen danzón
A media luz el corazón
Y en el kumbala todo es
Música y pasión

Gracias por una noche inolvidable. La vida pasa volando, y a veces olvidamos que no la estamos viviendo plenamente. Anoche, a tu lado, el tiempo pareció detenerse. Me sentí cálido y protector, y aunque no puedo hablar por ambos, sé que disfrutamos el presente, siendo felices y transformando ese instante en algo más que una simple experiencia.

Quiero finalizar este relato indicando que, entre sonrisas y miradas, la vida dejó de ser pasajera y empezó a brillar, llenando cada segundo de magia y significado.

Además, quiero expresar mi gratitud a Varugu.com y, en especial, a su directora Rocío, por darme la oportunidad de compartir este relato en sus redes.

Si llegaste hasta aquí y leíste todo, ¡felicidades! Eres una persona enamorada de la vida… Déjame un comentario en la publicación si te gustaría que siga escribiendo más relatos de amor, inspirados en momentos del pasado, presente o futuro. Que el amor siga siendo la fuente de inspiración para esparcir más amor.